En el corazón de América Central, se encuentra Costa Rica, un paraíso natural que alberga una increíble biodiversidad, entre su vasta riqueza, destaca una de las aves más hermosas y emblemáticas de la región: el Quetzal.
El Quetzal, científicamente conocidos como Pharomachrus mocinno son un género de aves de la familia de los trogones (Trogonidae) y se encuentran en las regiones montañosas de América Central y Costa Rica es uno de los países privilegiados que alberga una importante población de estas aves.
El nombre “Quetzal” proviene de la lengua Náhuatl “quetzalli”, que significa “pluma preciosa” y verdaderamente hace honor a su nombre ya que esta joya viviente del bosque de vibrantes plumas y elegante cola ha cautivado a los amantes de la naturaleza durante siglos estimulando la imaginación de exploradores, científicos y artistas durante siglos.
Esta denominación no podría ser más acertada ya que el Quetzal fue considerado sagrado por las civilizaciones maya y azteca que utilizaba su plumaje para adornar la indumentaria de los reyes y sacerdotes que aún hoy siguen inspirando leyendas y cuentos de fantasía.
El bosque nuboso con su clima fresco y húmedo es el hábitat ideal para estas aves que prefieren los bosques montañosos con abundante vegetación y altas copas de los árboles, donde construyen sus nidos en cavidades de troncos.
A pesar de su belleza, los quetzales son difíciles de observar debido a su comportamiento tímido y a su capacidad para mimetizarse entre las hojas verdes, sin embargo, su característico llamado melodioso se puede escuchar rompiendo el silencio del bosque y anunciando su presencia y magia al entorno.
Sin embargo los quetzales no son solo hermosos, también juegan un papel crucial en el equilibrio ecológico del bosque pues al alimentarse de frutas y bayas y dispersar las semillas contribuyen con la regeneración de la diversidad vegetalsiendo actores clave en el ciclo de la vida en los ecosistemas tropicales.
Es por esto que en Costa Rica la conservación de los quetzales se ha convertido en una prioridad y ha establecido áreas protegidas y parques nacionales para preservar sus hábitats promoviendo el ecoturismo responsable.
Ven y descubre la magia de los quetzales y disfruta de unas verdaderas joyas de la biodiversidad incrustadas en el más idílico paraíso donde la naturaleza y la conservación se unen en perfecta armonía.